Semana del 25 de Agosto al 31 de Agosto de 2017

Ángel Castillo: Añeja cultura política en el PRI se mantiene viva

Ángel Castillo: Añeja cultura política en el PRI se mantiene viva

Advierte que en este momento el tricolor está en condiciones desfavorables ante la elección presidencial
Desde su perspectiva, es casi un hecho que llegue un candidato externo pero muy cercano al priísmo

Una de las primeras lecturas que se pueden hacer de la XXII Asamblea Nacional del PRI, es que ahí quedó probado que sigue habiendo una gran disciplina y que algunos elementos de la cultura política muy priístas siguen vivos. ¿Cómo cuáles? A pesar de que previo a la asamblea hubo algunas voces críticas que impugnaron y cuestionaron la facultad metaconstitucional que tiene el Presidente de ser el primer elector y dejar sucesor, la verdad es que la operación política que hizo el Presidente del CEN y su equipo, impidieron que esas voces críticas generaran una fractura y una fisura en el PRI, y a final de cuentas se acordó y aprobó prácticamente todo aquello que dejó ya listo que el juego de las elites y principalmente el Presidente de la República pueda decidir quién será el candidato.

Es la opinión del destacado militante del Partido Revolucionario Institucional y analista político, José Ángel Castillo Torres, quien precisa que evidentemente lo que se logró, al quitar los candados de los diez años de militancia y de que no podía ser un ciudadano, es que se amplía la baraja para el PRI en cuanto a la posibilidad de escoger candidato, en estricto sentido si hubieran quedado los estatutos como estaban, quedarían fuera algunas figuras importantes o cercanos al priísmo como José Antonia Meade, Aurelio Nuño, Luis Videgaray, José Ramón Narro y Enrique de la Madrid, entonces esto le da una mayor posibilidad al Presidente de barajar las cosas y creo que el PRI lo hizo bien en su asamblea.

Sin embargo reconoce que también hay cosas que hay que señalar, por ejemplo el hecho de que fue una asamblea bastante controlada desde los municipios y los estados, pues hubo alrededor de 30 mil 50 asambleas como previas a la nacional, a la cual asistieron 15 mil delegados ejecutivos, y esto hablaría de que en esa fase de la XXII Asamblea se dejaron ver con presencia activa o pasiva alrededor de 390 mil priístas en todo el país, “esto lo que nos demuestra es que el PRI con todo y sus problemas, sigue siendo un partido muy orgánico, muy consolidado, una maquinaria, sí, pero una maquinaria que ya le suenan los fierros, que ya necesita un ajuste mayor”.

Pero aclara que la cultura priísta tradicional sigue intacta, “nosotros reconocemos como priístas al Presidente de la República como nuestro líder, como nuestro referente, el tlatoani, el gran elector, el gran dedo que señala quién va a ser el candidato, que no necesariamente será el Presidente.

Y es que advierte que hay que reconocer que las nuevas circunstancias políticas del país hablan de una altísima competitividad, y si ahorita hicieran un análisis de lo que reportan las listas preliminares, el PRI está en condiciones adversas, es decir no hay garantía de que el candidato del PRI en automático, como antes, sea quien pueda ganar, de tal manera que sin embargo sí quedó claro que el presidencialismo y la cultura priísta sigues vigentes, y que desde luego el PRI está jugando su estrategia.

“Hoy salió bien de esa asamblea, que pudo significar algún riesgo, y digamos que están las cosas listas en términos de estatutos y también de institución para que allá por finales de noviembre o la primera quincena de diciembre el PRI defina en una reunión de Consejo Político Nacional el método y muy probablemente el candidato, yo diría que para enero el PRI tiene candidato, si no es que antes”, expresa.

Reitera que se abrieron opciones después de la Asamblea, se abrió el juego y la baraja, y hay un choque entre dos perfiles y habría que analizar cuál de éstos tendría mayor aceptación entre la ciudadanía: primero, lo que es el priísmo o cuadros tradicionales del PRI, hay que admitirlo, sufren un gran desgaste, un gran desprestigio, y segundo, meter al juego sucesorio a figuras como el doctor Narro o al propio José Antonio Meade, que son los que yo les veo mayores fortalezas, abre la posibilidad de que un externo, alguien que no tiene la militancia, pueda ser considerado muy en serio como posible candidato del PRI, porque esto jalaría, concitaría alianzas más allá del priísmo.

“Hay que decirlo, el PRI con su voto duro no gana una elección presidencial, está muy disminuido, también los escándalos de corrupción de los ex gobernadores y de algunos funcionarios lo han desprestigiado, lo tienen en tercer lugar en las encuestas, de tal manera que aquí el mensaje debe ser de cambio, de renovación, de que no viene la clase política, ya prácticamente con esto estoy diciendo que desde mi muy particular punto de vista, descartaría un cuadro tradicional del PRI como aspirante”, asevera.

Y respecto a las posibles confrontaciones entre aspirantes, considera que el PRI es muy cuidadoso de no lastimar gratuitamente ni anticipadamente a sus posibles aspirantes, pero es indudable que la elección del próximo año requiere del viejo PRI, del PRI emergente y de la sociedad, y de las alianzas con otros partidos, “aquí va a ser un bloque el que tendrá que agruparse en torno al PRI para ser competitivo”.
Según sus cifras, en este momento en promedio el PRI trae 18 a 20 puntos de intención de voto, en un tiempo muy anticipado, contra alrededor de entre 28 y 30 de otros candidatos, concretamente de Morena y del PAN en la figura de Margarita Zavala, de tal manera que aquí el gran resto es quién puede ser competitivo.

“Y si aquí observamos que el presidente Peña se ha caracterizado por ser un político muy pragmático, creo que un factor fundamental para decidir quién va a ser el candidato del PRI, es la rentabilidad electoral, qué tantos votos realmente puede jalar un candidato, en ese sentido habrá desde este momento seguramente estudios de demoscopia y de encuestas que estarán indicando quién es el más conocido, el de más potencial, el que trae menos negativos, el que trae menos rechazos, y todo eso va a ir decantando, perfilando un posible aspirante, creo que el hecho de que no llegara una figura como Osorio Chong no quiere decir que esté fuera de la jugada, el PRI es muy orgánico, disciplinado, y sabe bien que no puede prescindir de nadie, menos considerado la frase que dijo Manlio Fabio: ‘la experiencia no se jubila’, entonces en consecuencia se requiere de todos”, señala.

Crítico como es, admite que “el PRI tiene un gran reto, en este momento el PRI no está en condiciones favorables para refrendarse en la Presidencia de la República, sufre un gran desprestigio, gobierna doce de 31 capitales, apenas controla 13 congresos locales, trae una intención de voto que no rebasa el 18 por ciento, pero todo esto puede permitir ir perfilando por dónde se va a ir, por eso es tan importante la asamblea”.

Pero hay también motivaciones al interior que van a contar, como el hecho de que es muy atractivo que los jóvenes sepan ahora que el 30 por ciento de las posiciones van a ser para menores de 35 años y que el 50 por ciento van a ser de mujeres y su composición de electorado es enorme, más del 50 por ciento del listad nominal, y los jóvenes generalmente no se interesan en política o se interesan muy poco en el PRI, de tal manera que eso es muy atractivo.

“Creo que el PRI en su asamblea y hasta este momento, ha logrado mantener un activo fundamental, que es la unidad interna, la amenaza que significaba la asamblea, se diluyó y hoy el Presidente y los priístas están en condiciones de entrar en competitividad a la contienda del 2018, no necesariamente podemos decir que va a ganar, porque hay que ganar con votos, pero hay que mandar un mensaje muy claro a la ciudadanía, de que el PRI merece una nueva oportunidad”, concluyó.

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