Semana del 26 de Enero al 02 de Febrero de 2017

¿Cómo se vive el gasolinazo en la zona indígena?

¿Cómo se vive el gasolinazo en la zona indígena?

Nallely Rivera

Para Ma. Del Carmen Pérez, comerciante de la zona indígena, el gasolinazo se combate trabajando.

Desde hace 20 años toma el transporte rural del ejido San Antonio Huichimal de donde es originaria a Ciudad Valles, tardando en llegar entre 20 y 30 minutos, pagando 13 pesos de pasaje, pero teme que con el aumento del precio del combustible este costo aumente y sus ganancias disminuyan.

Todas las mañanas instala su puesto a unas cuadras de la Parroquia en el centro de Ciudad Valles, trae consigo verduras, fruta de temporada, semillas y chiles, los cuales siembra ella misma en su hogar, así como pan que también hornea de propia mano. Después de todo este tiempo dedicándose al comercio ya tiene a sus clientes asiduos que llegan a buscarla en el lugar de costumbre.

“Todo lo que yo vendo lo siembro en mi casa, no tengo que comprar carne de pollo porque en mi patio tenemos gallinas y de ahí mismo obtenemos huevos, muchas de las señoras de la comunidad que vienen a vender tienen que comprar su mercancía y revenderla, muchas veces se las fían pero ahí uno tiene que sacar la inversión, por eso en nuestra casa hacemos lo posible por sembrarlo nosotros mismos”

Como los demás vendedores Ma. del Carmen cumple con sus aportaciones correspondientes al pagar su permiso de venta al municipio y trata de mantener el orden de su espacio. “Hubo un tiempo en el que nos reubicaron a otras calles más alejadas de aquí, porque otros vendedores tenían un desorden e invadían las banquetas, yo siempre les digo a los demás que todos queremos trabajar y por eso debemos cuidar nuestros espacios”.

Dice que no sabe a ciencia cierta quienes son los que autorizan el aumento a la gasolina, “Uno no sabe cómo, los que están allá arriba son los que la subieron, pero los salarios no suben y uno es el más fregado”.

Sobre las marchas prefiere opinar que son un modo para presionar al gobierno, “Si uno no se queja ellos piensan que uno está tranquilo, pero no hay que ser conformistas hay que luchar y hacerlas por el bien de todos. Para algunas cosas las marchas sí sirven, porque sólo así el gobierno escucha a la gente, pero hay muchos que se aprovechan, como todos esos que ya quieren robar en las tiendas, a mí la verdad no me gustan las marchas, yo prefiero venir a trabajar”, dijo.

Piensa que se puede repetir una crisis como la que su padre le cuenta que vivió hace ya muchos años, comenta “a mi papá le pasó una crisis de esas, yo la verdad no me acuerdo, pero nos cuenta que hubo un tiempo en el que no había para comer, que solo comían lo que se sembraba en el campo, las cosas estaban crudas, a veces solo había para comer plátanos, hasta la tierra dejó de producir, a lo mejor eso se puede volver a repetir, ahorita tan solo lo que se siembra, ya no se cosecha”

Ella observa esta preocupante situación en su comunidad, ante la cual es difícil ser indiferente y de la que comenta “Cada vez menos gente quiere trabajar en el campo, no porque no le guste, es que ya no deja. El campo dejó de ser como era antes, hace 20 años uno sembraba algo y se daba, ahora ya no crece nada, yo lo veo con mi esposo, él siembra y siembra pero sale muy poco”

Expresó que de momento no han aumentado los precios de sus productos a pesar de que los demás vendedores ya comenzaron a hacerlo, lo que considera injusto, pues dice que hay algunas personas que venden más caro solo porque dijeron que todo iba a aumentar este año; pero reconoce que la situación será complicada cuando comiencen a llegar los aumentos del transporte público y a las materias primas para elaborar su pan.

Cada vez son más las personas que deciden salir de las comunidades y cambiar el oficio con el que crecieron ganándose la vida para venir a trabajar a Ciudad Valles en algo diferente, pero que les asegure una entrada económica. “Ahora todos los hombres viene acá a trabajar como albañiles, pues les pagan un poco más, a que si estuvieran viviendo solo de la siembra, mi esposo lo intentó un tiempo pero no es lo suyo, preferimos seguir trabajando como siempre lo hemos hecho, y aquí estamos, uno lo ve en los jóvenes, cada vez vienen más a la ciudad, eso es bueno, porque muchos vienen a la escuela pero ya nadie quiere dedicarse al campo”, añadió.

Es así como cientos de personas que acuden, de la zona indígena a Ciudad Valles, tienen como única opción ante el gasolinazo y el aumento en cascada de casi todas las cosas, trabajar todos los días y vender sus productos.

e-mail. nallely_25@gmail.com