Semana del 04 de Noviembre al 10 de Noviembre de 2016

Una luz en el camino

Una luz en el camino

Rodolfo del Ángel del Ángel

La vida se torna, a veces, muy oscura. Nos vemos enfrentados a situaciones difíciles e inesperadas: Una enfermedad incapacitante, la muerte de un ser amado, la pérdida del empleo, una crisis familiar, quebrantos económico, en fin, las situaciones pueden ser diversas, como diferente es la manera como cada persona las vive y las padece.

Uno de los sentimientos más comunes y difíciles que experimentamos cuando atravesamos por un problema es el sentido de soledad. Llegamos a pensar que no hay nadie que pueda estar a nuestro lado y ser realmente una ayuda.

Es en esos momentos difíciles en los que nuestra existencia atraviesa por valles muy sombríos que necesitamos una luz en nuestro camino. Todos sabemos lo importante que es la luz. Recuerdo que cuando visitaba a mi abuelo en el pueblito en el que vivía, la falta de energía eléctrica hacia necesario que, cuando salíamos al camino de noche, lo primero que se procurara era una lámpara, siempre tenía una a la mano asegurándose que estuviera en buenas condiciones y, sobre todo, con pilas útiles ¡Vaya que hacía una gran diferencia lanzarse al camino con un buena luz en la mano!

En esos tiempos de oscuridad en el alma necesitamos también de una buena luz para el camino, ¿Dónde la encontraremos?

Una buena compañera, comprensiva, amorosa, que sepa ser empática y buena interlocutora puede ser esa luz, una amigo fraterno e incondicional es una verdadera bendición, ellos son los que nos salvan la existencia en los tiempos difíciles. Ahora que Víctor, un joven de 23 años que vive en la misma calle enfermó gravemente, ¡Que bendición han resultado los vecinos! Ellos han estado al pendiente, le han visitado, le están cuidando para que sus padres se sientan acompañados y tengan algo de reposo. Estos últimos días que han sido para ellos especialmente difíciles y fatigosos los buenos vecinos han sido una verdadera luz.

Y la mayor de todas las luces, la de nuestro Padre Celestial, que ilumina nuestro camino y nos acompaña. Esa luz siempre está alumbrando sobre nosotros como una presencia que nos da fortaleza y confianza. La luz de su presencia se torna más notoria cuando atravesamos pasajes oscuros. Ciertamente no estamos solos, Él vela por nosotros.

Claro, Dios nunca dijo que que no habría valles sombríos en nuestra vida, pero si prometió que, a través de cada uno de ellos, él sería siempre nuestra luz y salvación.