"A ´El Chícharo´ lo quería mucha gente; lo recordaremos siempre"

"A ´El Chícharo´ lo quería mucha gente; lo recordaremos siempre"

Este domingo fue su funeral, familiares y amigos le dieron el último adiós en el panteón municipal de Tlahuelilpan

La Silla Rota| | Lunes, 21 de Enero de 2019| 14:02

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Algunos lo conocían como "El Chícharo", otros, los más allegados, le decían "Zorro". Se trata de César Jiménez Brito, de 40 años de edad, quien perdió la vida en la explosión de un ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo.

"El Chícharo", así como acostumbran en esta zona llamarle a los César, fue uno de los primeros cuerpos en identificar, también en sepultarlo. Este domingo fue su funeral. Familiares y amigos le dieron el último adiós en el panteón municipal de Tlahuelilpan.

"Para nosotros era un amigo muy buena onda y comprensible. Una persona de buen corazón. Solidario. Ayudaba a la gente. Era muy compartido con sus colegas, amigos y vecinos. Desgraciadamente le tocó la tragedia y ya no está con nosotros", relató Manuel Islas, de 78 años, quien vio lo vio crecer.

Explicó que el padre de César era dueño de una refaccionaría llamada "Zorro" y cuando murió hace 15 años, él se encargó de atenderla. Desde entonces, las personas que compraban en su negocio o sus amigos le pusieron ese sobrenombre.

"Además su papá le dejó un taller de soldadura y hojalatería. El señor trabajó un tiempo en la refinería, después compró toda la herramienta, puso su taller y cuando falleció, César empezó a llevarlo. La refaccionaría la vendió. Se dedicó de lleno a la hojalatería. Hace poco abrió un lavado de autos. A esas dos cosas se dedicaba".

Norma Araceli comentó que "El Zorro", así ella le decía, fue junto con su hijo la tarde del viernes al campo de alfalfa donde la fuga de combustible salía a borbotones a intentar recolectar un poco de gasolina. Después de varios minutos, César regresó al joven a su casa. Él se quedó.

"Sí sabían del peligro, pero nunca se pusieron a pensar bien en sus vidas. La situación de que había varios días sin gasolina los orilló a ir".

Dejó tres hijos, dos adolescentes y una niña, indicó la señora.

"Era bien amigo y compartido. Lo vamos a recordar siempre por su carisma y solidaridad. Era muy amiguero".