Hace unos días apareció en los medios de difusión la noticia del fracaso en las negociaciones entre México y los Estados Unidos de Norteamérica, de un nuevo acuerdo de comercio internacional para el azúcar y el anuncio de un nuevo plazo perentorio para las discusiones. La nota parece haber pasado desapercibida en la región ; pero sus consecuencias en la vida económica si podrían afectar a los azucareros tanto en el campo, como en la industria de nuestra región. Las cifras no están precisas pero se dice que de cada $10 producidos en la región, $6 tienen que ver con la producción de azúcar, (el dato se viene repitiendo dese hace años; pero no conozco los estudios que lo fundamenten; sin embargo, el peso de la actividad es innegable).

Desde el Tratado de Libre Comercio, México había venido exportando excedentes de azúcar a los Estados Unidos de América; pero en el 2014 abogados de empresas azucareras de aquel país, interpusieron una demanda en contra del azúcar mexicana ante la Comisión de Comercio Internacional del gobierno norteamericano (ITC por sus siglas en inglés). Acusaron a los productores de nuestro país de comerciar con precios dumping (precios artificiales por abajo de su costo real) y al gobierno de subsidiar la producción del edulcorante.

Los Estados Unidos iniciaron una investigación, y el 25 de agosto de ese año, impusieron cobros de derechos compensatorios contra la importación de azúcar ; esto encareció el producto en el mercado norteamericano e hizo disminuir las ventas mexicanas.

Según las reglas del TLC, EUA tiene derecho a hacerlo;pero por su parte nuestro gobierno tiene derecho de acudir ante instituciones de arbitraje internacionales; sin embargo, según lo declarado en el Diario Oficial de la Federación, eso tomaría demasiado tiempo durante el cual las exportaciones se obstruirían. El gobierno mexicano optó por una "maxima" legal.....mas vale un mal arreglo; que un buen pleito..... Negoció un acuerdo de suspensión; EUA suspendería la investigación y los cobros compensatorios y México suspendería su petición de intervención de los árbitros internacionales. Nuestro paìs continuaría exportando pero EUA impuso precios mínimos a la libra de azúcar mexicana, 23.57 centavos de dólar para la refinada y 20.75 estándar; además de cuotas de solo el 55% de refinada y el 45% de estándar del total da las necesidades de ellos. El acuerdo de suspensión salió el 19 dic 2014.

Las cosas han ido empeorando; el 6 de febrero del 2015 se emitió un decreto mexicano en el que la exportación de azúcar estaría restringida a criterios muy precisos en las características del producto y a permisos previos de importación.

El 7 de marzo del 2017 se suspendieron temporalmente las exportaciones que afectaron a 54 permisos y algún barco se quedó con azúcar en sus bodegas, producto de lo que el gobierno mexicano llamó "absurdas" interpretaciones de los convenios existentes por parte de los negociadores norteamericanos.

Aunque aquel país es deficitario en azúcar (importan de mas de 20 países, alrededor de 3 millones de toneladas anuales), recientemente los productores norteamericanos gozaron de buenas cosechas y su producción de azúcar subió, aunque sin cubrir completamente sus necesidades; pero por otra parte, parece ser que los refinadores entraron en escena porque ahora pretenden que ya no se permita la entrada de azúcar estándar; es decir del 45% del 2014; ahora no permitirán ni una sola libra. La entrada de refinada la bajaron del 55 a solo el 20%; pero además los grupos de cabildeo de los refinadores (gente especializada en gestionar ante su gobierno beneficios para sus empresas) intentan que nuestros industriales solo exporten azúcar cruda (es decir, con bajo valor agregado y por consecuencia bajo precio). Ellos quieren refinarla, ganar el valor agregado correspondiente y dejar a México solo como proveedor de materia prima.

Se ha estado intentando llegar a acuerdos a través de reuniones entre la Secretaría de Economía nuestra y el Departamento de Comercio estadounidense. El pasado 1 de mayo se había sido puesto como fecha límite para finalizarlas y firmar acuerdos; pero no fue posible por las exageradas demandas de la parte norteamericana. La nueva fecha fatal es ahora el 5 de junio.

Ante la amenazas del nuevo presidente de aquel país de cancelar el TLC, algunos representantes de cañeros mexicanos han opinado que aparte de que las reglas de ese tratado no se respetan en perjuicio de los productores; su cancelación sería buena para los productores nacionales porque no importaríamos fructuosa norteamericana y su desaparición sería cubierta por la producción de azúcar local; además de que ese producto se vende en México a precios artificialmente bajos; es decir a precios dumping y subsidiados. Hasta ahora, el abandono de TLC es solo especulaciones.

La nueva fecha fatal, se cumple en solo unos días (5 junio) y de no llegar a acuerdos, a los problemas que actualmente atraviesan los cañeros y la industria, se sumará imposibilidad de exportar los excedentes y las divisas (moneda extranjera) que por ese concepto, entraban al país desaparecerán; además de que por la sobre oferta, el precio bajará.

Alguien podría afirmar ...es bronca de los industriales, los cañicultores no venden azúcar....; cierto, pero los problemas de ellos presionan a la baja el precio de la tonelada de caña y si los Estados Unidos Imponen sus reglas la agroindustria nacional tendrá fuertes problemas. Mas de un millón de toneladas de azúcar no tendrán mercado a menos que nuestro país responda en espejo. No exportamos azúcar, no importamos fructuosa.

Poco pueden hacer los productores locales; pero el conocimiento de lo que ocurre con su trabajo después de enviarlo al ingenio, es primordial para la toma de decisiones sobre su actividad.

Gracias por su lectura; pero le agradeceré mas, sus aportes.