El artículo 371-1 del la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE) prohibe el que alguien realice actos anticipados de campaña. El 371-2 que nadie podrá de manera personal, en cualquier tiempo, pagar propaganda y tiempos en radio y televisión; en ambos casos la sanción es negativa de registro como candidato.

Bueno... en esta era de la legislacionitis, la prohibición y su sanción están en una ley; pero lamentablemente usted no necesita que nosotros se lo mencionemos; sistemáticamente, día a día, muchos hacen campaña aprovechando los vacíos normativos o de plano con el mayor cinismo.

La "chapa de oro" de algunos medios de difusión, periodistas y reporteros se cae mostrando el cobre del que están hechos. Cuando se acercan las elecciones los reporteros y conductores preguntan a los posibles candidatos, si estarían dispuestos a participar; ellos y ellas responden que no pueden adelantarse; pero, eso si, que si la "ciudadanía" o su partido se los pide,estarían disponibles. Tanto la pregunta, como la respuesta, están en el límite de la legalidad ; esa mención ya influye en el ánimo de lector, radioescucha o televidente y sitúa al entrevistado entre la lista de los posibles y su nombre será recordado. También aparecen entrevistas que duran mas de lo habitual, en tonos muy cordiales y en muchos casos zalameros; notas de prensa escrita, que cuando no ensalzan, si aparecen en buenos lugares de la plana o sombreadas para resaltarlas y editoriales en los que se apologizan las acciones de, o a una persona y/o se denuncia los hierros de otra.

Las campañas de difusión de los "logros"de los gobiernos encabezados por aspirantes, se incrementan: Chiapas, Morelos, Estado de México, Chihuahua, Puebla "publicitan" sus acciones en todo el país con la justificación de "informar" a la "ciudadanía"; escriben libros, salen en espectaculares, mupis; muchas entrevistas exclusivas, programas de revista, de análisis y opinión; pero puede especularse que lo hacen con dinero de los impuestos pagados por los causantes de esas entidades federativas por lo que esa difusión (en caso de ser genuina y no acto de precampaña, ni culto a la personalidad) debería ser dirigida exclusivamente a los habitantes de esos estados y en su territorio.

Hace muchos años durante la Guerra de las Malvinas en el cono sur, aquí escuchábamos como los informes a la sociedad argentina iniciaban invariablemente así.....el presidente Leopoldo Fortunato Galtieri Castellli ordenó, hizo, etc.....repitiendo el nombre completo una y otra vez; en ese entonces me preguntaba ¿que no basta con decir simplemente , el presidente o el presidente Galtieri?; bueno, pensé, tal vez ese sea el protocolo. No tardé mucho en darme cuenta que en nuestro país, lo hacemos también y esto me lleva a presumir que los actos anticipados de campaña de los políticos en funciones inician desde el día que son electos. Todos sus colaboradores, cada que hablan en público, invariablemente, nos "ametrallan" iniciando sus declaraciones con el cargo y nombre completo de su jefe. Si bien la identificación plena del líder del equipo, ayuda a cohesionarlo, a mejorar su respuesta unificada y hacer mejor su trabajo; quienes se dedican a la publicidad y mercadotecnia, saben que la repetición es un buen elemento en la fijación de una marca en la memoria del posible consumidor y es entonces indudable, que el político en funciones lleva siempre ventaja en la "recordabilidad" del electorado frente a otros aspirantes.

Los partidos también aprovechan los vacíos legales o se "brincan las trancas" el pre o de plano, candidato de Morena fue muy criticado por múltiples presuntos actos anticipados de campaña; el asunto se "arregló legalmente" al convertirse en presidente del partido y ahora si, poder difundir mensajes con él apareciendo; pero antes de que me acuse usted de prostituta de la derecha, le menciono también que los presidentes del PAN y del PRI hicieron y hacen lo mismo y el verde tuvo que ser amenazado con perder se registro si no corregía su conducta.

En lo local, esos comportamientos se reproducen; por ejemplo, los colaboradores municipales se "quiebran la cabeza", ideando acciones, programas que, al divulgarlos, iniciarán diciendo: por instrucciones del (o la) presidente municipal fulano/a de tal y tal..... en otro ejemplo, hay un ayuntamiento que gasta mas en comunicación social que tres juntos y quien lo encabeza es una persona "muy movida" y con una temporada de fuerte incremento de ingresos provenientes de fuera del municipio, tanto de la economía privada; como de programas financiados con dinero público. Va, viene, gestionando "recursos" e informando profusamente de ello. Su nombre, no lo dude, estará en alguna boleta.

Pero déjeme ser "políticamente " correcto y decir que existen algunos y algunas que podrían intentar hacer su trabajo y no hacer culto a la personalidad o actos anticipados de campaña; sin embargo, me viene a la mente una anécdota: estaba un servidor de usted, haciendo cola para comprar bolillo; no voy a menudo y me puse a observar la escena; la gente formada, charola en mano; muy adelante de mi lugar estaba una pareja de alrededor de los 60 años, se veían gente decente, cortés y estaban debidamente formados esperando su turno para tomar el pan. Vaciaron los canastos y los primeros en la línea empezaron a tomar lo que necesitaban; el bolillo se estaba acabando muy rápidamente y los de atrás comenzaron a ponerse nerviosos; la pareja de la que le hablaba perdió el decoro, se salió de la fila y se abalanzó hacia el contenedor de pan; la fila se deshizo, el desorden fue mayúsculo con jaloneos e insultos. Evidentemente no alcancé bolillo, no me atreví a enfrentar el frenesí de quienes me antecedieron.

¿Por que se lo relato? Porque al igual que la pareja del bolillo, en la guerra por las candidaturas y el triunfo, los vestigios de integridad están desapareciendo ante la cargada; ("todos lo hacen y si me ando con miramientos voy a quedarme atrás"); lo peor de este asunto es que ahora parece campear el cinismo, a como de lugar hay que hacer campaña para la precampaña; no importa, al fin que muy difícilmente habrá sanciones aunque el artículo 371-1 lo advierta.