Opinión
¿Por qué seguir a Jesús?
Por Esther Flores Rodriguez
En la actualidad hay una infinidad de religiones y formas de creer, incluso dentro del mismo Cristianismo, existen diversas corrientes y algunas pueden llegar a confundir a quien no está bien fundamentado, por lo tanto debemos tener una verdadera convicción y certeza del porqué estamos siguiendo a Jesús, ¿Por costumbre?, ¿por herencia? Pues no se trata sólo de reunirnos y colgarnos un título.
Para continuar definiremos de la forma más sencilla y práctica la palabra "Cristiano" es aquel que sigue a Jesús, o bien uno que se parece a Cristo, por lo que podemos entonces decir que todo aquel que diga ser Cristiano debe parecerse a Jesús, o al menos intentarlo, y también seguir las enseñanzas de Él; entonces hay que preguntar: ¿Quién es Jesús? ¿Qué hizo para que debamos seguirlo?
- Jesús es Dios: Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
- Jesús es el Hijo de Dios: Lucas 2:49 Entonces él les dijo: ¿Porque me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?
- Con Jesús hay libertad: Juan 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
- Jesús es nuestro Salvador: Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
- Jesús es Justo, sin pecado: Col 4:11a Y Jesús, llamado Justo.
- Jesús nuestra luz y guía: Juan 8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Y la lista puede seguir pero lo más importante es que Jesús vino a ésta tierra a dar su vida en rescate por nosotros y éste es el acto de Amor más grandioso y trascendente en la historia de la humanidad y es más que suficiente para ir tras Jesús y no soltarnos de él. No debemos olvidarlo ni tomarlo a la ligera.
Es tiempo de ser como Jesús, debemos ser luz a todos los que nos rodean, vivir como es digno de verdaderos hijos de Dios y reflejar ésta gran verdad en todo lo que somos y hacemos, es tiempo de cumplir con nuestro compromiso y ser un reflejo de Jesús para que otros lo conozcan también.