Miércoles, 24 de Abril de 2024
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SAMUEL ROA BOTELLO

Opinión

Mujeres de éxito

Por Rocí­o Aguilar Roa

La palabra "éxito" es un término difícil de definir, dado que lo que para unos es éxito, para otros puede tratarse de un resultado. Sin embargo, para tener éxito es necesario lograr lo que se quiere y estar satisfecho de que así sea. Por otro lado, una cuestión clave del "éxito" es la capacidad para superar desafíos generando estrategias analíticas y teniendo una relación clara entre la fijación de metas y la ejecución de tareas, así como tener formas de pensamiento más flexibles aun cuando puedan encontrarse con numerosas contrariedades.

Las mujeres se han estado integrando poco a poco a las diversas actividades de la economía, sociedad y política; con lo que su condición se ha mejorado y transformado al incrementar las oportunidades de crecimiento laboral, acceso a bienes, recursos y beneficios. Uno de los de los logros más sobresalientes es el mayor acceso a la educación para estar más preparadas y actualmente ya se busca obtener puestos de trabajo más acordes con la calificación profesional. Por lo que en las últimas décadas la incorporación progresiva de las mujeres al mercado laboral ha sido uno de los cambios más evidentes a nivel global en el mundo del trabajo.

A pesar de que las mujeres representan aproximadamente el 40% de la fuerza de trabajo a nivel mundial y que gradualmente han ido ascendiendo en la carrera jerárquica de las organizaciones, su participación en los puestos de dirección es aún reducida. Esto es porque persiste la discriminación de género, que limita las oportunidades de promoción profesional de las mujeres; y su presencia en puestos de poder es mínima a pesar de que en los puestos operativos tienen la misma participación que los hombres y de que no se ha demostrado que las mujeres no tengan la capacidad o las competencias para ser líderes.

Para poder entender este prejuicio se tiene que comprender que esto alude a una serie de relaciones sociales basadas en percepciones culturales de supuestas diferencias entre los sexos, que a su vez presuponen y reproducen una serie de significantes y jerarquías que sustentan las relaciones asimétricas de poder. De esta manera la teoría del rol de género plantea que la dimensión prescriptiva de los roles estereotipados de género estructura las normas sociales sobre los comportamientos adecuados para cada grupo sexual, por lo que el individuo que salga de dichas normas, tenderá a ser prejuiciado en función de su apego a los "comportamientos específicamente masculinos o femeninos".

Con lo anterior podemos ver que a pesar de que la realidad está cambiando y que hay un creciente número de mujeres que ingresan al ámbito laboral, la cultura organizacional no ha modificado significativamente sus patrones y expectativas de trabajo respecto a hombres y mujeres. Las mujeres se ocupan más en el sector informal que los hombres a pesar de tener casi un año más de escolaridad en promedio 9.7 años de las mujeres por 9 de los hombres. Por lo que se puede deducir que el problema principal se presenta conforme se asciende en la pirámide organizacional, ya que es en los puestos de liderazgo o poder donde se

perciben más estas diferencias tan marcadas. La desigualdad entre los sexos es mas evidente en cinco aspectos diferentes: roles maritales, roles parentales, vida profesional, educación y aspectos sociales e interpersonales.

Se debe recordar que la población femenina representa un 58.3% de la totalidad de habitantes en el mundo, por lo que, con el paso de los años ya no será difícil encontrar a una mujer exitosa en ámbitos que parecían estar reservados para los hombres. La ciencia, la tecnología, la industria, la administración, la salud, la política, entre otras áreas, las cuales tendrán nuevas protagonistas. La mujer actual está invadiendo todos los campos de la sociedad, logrando una posición de aceptación y pertenencia dentro del contexto social, validando su capacidad intelectual igual a la del hombre. Lo cual la hace acreedora de nuevos roles enfrentándola a retos y conflictos para los que ha de prepararse.

Por eso nuestra sociedad, gobierno y políticas deben estar centradas en tomar en cuenta la realidad social que viven las mujeres que a pesar de todas las circunstancias tienen éxito profesionalmente hablando y brindarles más alternativas para que se pueda desarrollar al máximo sus potenciales.

Hasta pronto y que su corazón siempre este contento.


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