Semana del 11 de Diciembre al 17 de Diciembre de 2020

Perspectivas Globales del Sector Energético

Perspectivas Globales del Sector Energético

Alejandro Lara

Las tendencias globales del sector energético han cambiado substancialmente, esto en términos de la cadena de valor, los flujos en la logística de los hidrocarburos y las innovaciones de energías renovables, dicho sector se encuentra afrontando una profunda transformación.

Por un lado, en la última década, Estados Unidos de América ha perdido peso en el escenario global y otros países han cobrado posiciones de liderazgo, esto en gran medida por los cambios en la política energética de los países, aunado a que las energías renovables se encuentran en un desarrollo constante y han logrado disminuir la demanda de combustibles fósiles. Además, hoy en día se ha pasado de proyectos de largo plazo, con billones de dólares de inversión a proyectos de corto plazo, más flexibles y con un tiempo menor de desarrollo.

En un contexto histórico, a partir de la terminación de la guerra fría, el mundo ha sido testigo de mercados energéticos globales más competitivos y el avance en el desarrollo de la tecnología ha permitido nuevas técnicas de extracción de hidrocarburos, situación que ha cambiado de manera contundente las relaciones entre los países.

Tal es el caso de las exportaciones de medio oriente en materia de petróleo y las negociaciones con Estados Unidos, ello en razón de que el país referido prácticamente alcanzó la autosuficiencia energética derivado de la extracción del gas de lutitas y con ello lograron limitar su dependencia petrolera, al mismo tiempo que redujeron la importación de crudo.

De igual manera, países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han disminuido su dependencia económica de la renta petrolera, aunado a que la crisis sanitaria ocasionada por el virus SARS Covid-19 ocasionó una disminución importante en la demanda energética global.

Un cambio significativo en las tendencias globales ha sido el aumento de las exportaciones de petróleo de Estados Unidos a la Republica Popular de China en particular durante la administración del presidente Trump, al mismo tiempo que la demanda energética de China ha tenido un crecimiento exponencial, lo cual favorece a Rusia quien se encuentra buscando abrir nuevas oportunidades de mercado.

De acuerdo a datos del Banco Mundial China ha logrado sostener un crecimiento anual de su Producto Interno Bruto (PIB) en las últimas tres décadas, de por lo menos seis puntos porcentuales y con ello la cantidad de energía que consume ha ido en aumento, en particular en los sectores de manufactura, industria y transporte.

En ese contexto, aún y cuando China es el quinto productor más grande de petróleo en el mundo su demanda ha superado la cantidad de crudo que produce y con ello se ha convertido en el importador más grande de petróleo del mundo. El referido país asiático importa aproximadamente el setenta y cinco por ciento del petróleo que consume, lo cual los pone en una situación vulnerable, en materia de seguridad energética, dado que dependen de la producción petrolera de otros países, siendo Rusia y Arabia Saudita sus más grandes proveedores de Gas Natural y Petróleo.

Además, el sector energético es relevante para China no solo desde su consumo sino desde la perspectiva geopolítica, tomando en consideración su iniciativa de la "Franja y la Ruta" o "Nueva Ruta de la Seda" y las inversiones en otros países.

Se calcula que la magnitud de dicha iniciativa considera una inversión de 1.4 trillones de dólares, es decir 7 veces lo considerado para el plan Marshall, lo que abarca nuevos mercados para bienes producidos en China e infraestructura, así como la diversificación de fuentes de energía que necesita el país de mérito.

Otro aspecto a considerar son las tensiones entre China y Estados Unidos, dadas las guerras comerciales que enfrentan, así como la preocupación que ello provoca en Washington D.C., ante las condiciones y los intentos subyacentes del dragón asiático por establecer un nuevo orden mundial.

En otro orden de ideas, hablando de Rusia, sus volúmenes de exportación de Gas Natural a países de Europa han ido en aumento, destaca el desarrollo del gasoducto "Nord Stream 2" que transportará dicho gas, desde Rusia a Alemania a través del Mar Báltico.

Para dar un mejor panorama al lector, Rusia en total exporta aproximadamente el 30% del gas natural de Europa y suministra el 10% de su electricidad. Incluso ha cobrado liderazgo en la OPEP, como estado asociado y ha tomado relevancia en el contexto global, en particular en el reciente colapso de los precios del petróleo,

Por cuanto hace a las tendencias globales en materia de energías renovables, la diversificación de las matrices energéticas de los países ha cambiado el escenario, en particular para la industria de los hidrocarburos, situación que se logra apreciar en la consideración de las aludidas energías renovables en el mix de los países eminentemente petroleros, en particular los de medio oriente.

Aún y cuando las energías renovables comenzaron a ser utilizadas en los años setenta, no fue si no hasta la década pasada que llegaron a ser realmente competitivas, dado que los avances tecnológicos han permitido la disminución de sus precios, sin embargo, la tendencia es que las mismas se posicionarán de mejor manera progresivamente, esto es los países cada vez invertirán más en un camino de transición energética,

Aunado a que para las economías emergentes tanto las energías renovables como las energías limpias, consisten en un pilar en los esfuerzos por reducir las emisiones de gases efecto invernadero.

En síntesis, China resulta ser el gran ganador, pues han sabido aprovechar el momento histórico para desarrollar tecnología y marcar agenda en materia de energías renovables y limpias, en aspectos como el desarrollo de paneles solares o baterías para el almacenamiento de energía

Del mismo modo Rusia y Arabia Saudita denotan un determinado estatismo en su dependencia con los hidrocarburos y finalmente Estados Unidos cuenta con una mezcla de ambos, pues cuenta con investigación por parte de la iniciativa privada y el sector público y al mismo tiempo mantiene un interés en las energías convencionales.

Lo que resulta alentador en términos generales es el consenso de la comunidad internacional a partir del Acuerdo de París y su impacto en las políticas públicas de los países, así como en la dirección de las grandes compañías internacionales respecto al progreso en la reducción de la huella de carbón y la transición a las energías renovables.

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