Semana del 20 de Septiembre al 26 de Septiembre de 2019

Cristo y sólo Cristo

Cristo y sólo Cristo

Rodolfo del Ángel del Ángel

La religión es algo dinámico como lo es el mundo, la cultura y la sociedad. Uno de los fenómenos que apreciamos en el mundo presente es un renacimiento en la espiritualidad y la fe, pero por caminos equivocados. Vivimos en una sociedad caracterizada por la afirmación de la individualidad y por la pluralidad de pensamiento y estilos de vida. En pocas palabras eso significa que cada quien vive como decide y piensa y cree como mejor le parece. Quién pude negar que tal derecho debe ser respetado, pero ejercer ese derecho no quiere decir que, necesariamente, la vida que hemos elegido sea la mejor. Bien dice la Escritura que hay camino que al hombre le perece derecho, pero su fin es un camino de muerte.

Así como vemos una pluralidad en el pensamiento y la cultura, lo vemos en el plano de la espiritualidad. Este fenómeno de la diversidad religiosa se le ha le ha llamado “religión a la carta.” Es decir, que usted elabora un conjunto de creencia según su gusto personal: Toma un poco de cristianismo, un poco de religiosidad oriental, de metafísica y gnosticismo y, en general, cualquier idea o pensamiento y elabora una “menú” religioso como mejor le acomoda. Lo más terrible de este fenómeno es que no siempre se hace de una manera consciente. Las nuevas expresiones de cultos cristianos que se han vuelto muy populares son un buen ejemplo de esta religiosidad “new age.” Si los analiza usted los puede identificar porque son una mezcla de Cristo más algún otro elemento. Cristo más esoterismo (se sorprendería de lo común que es esto). Cristo más éxito económico, Cristo más la promoción de una figura humana que se presenta la conexión necesaria y directa capaz de tener control sobre las acciones divina y ser el ”intermediario” autorizado para entrar en contacto con Dios. Esta clase de líderes se identifican como profetas, mesías, iluminados, tienen un discurso dogmático y absolutista y exigen un sometimiento que no admite discusión o diversidad de opiniones.

Cuanto necesitamos volver al evangelio sencillo y auténtico expresado en los evangelios y cuyo centro es Cristo. Cualquier expresión que se pretenda cristiana pero no coloque a Cristo como el centro único y necesario es una equivocación que conduce a la mentira y la muerte. San Pablo combatió ferozmente a los judaizantes, que pretendían establecer como requisito necesario para la salvación el cumplimiento del rito judío de la circuncisión además de Cristo. Sus palabras fueron fuertes: “Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anuncia otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, quede bajo maldición. Como antes lo hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno les predica un evangelio diferente del que han recibido, quede bajo maldición.” (Gálatas 1:8-9).

Cuál es el contenido esencial de ese evangelio verdadero, el mismo apóstol lo expresa cuando escribe a la comunidad cristiana de Corinto: “Así que, hermanos, cuando fui a ustedes para anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con palabras elocuentes ni sabias. Más bien, al estar entre ustedes me propuse no saber de ninguna otra cosa, sino de Jesucristo, y de éste crucificado.”

La conclusión es evidente por sí misma: No hay verdadera fe cristiana sin Cristo. Cristo solamente porque “en ningún otro hay salvación, porque no se ha dado a la humanidad ningún otro nombre bajo el cielo mediante el cual podamos alcanzar la salvación.» (Hechos 4:12)