Semana del 19 de Julio al 25 de Julio de 2019

Chayo Céspedes: El Bañito no desaparecerá

Chayo Céspedes: El Bañito no desaparecerá

El balneario y restaurante El Bañito, que ha sido visitado por turistas de gran parte del mundo y destacadas personalidades artísticas y de la vida política del país, se ha visto inmerso en una polémica a raíz de publicaciones hechas en las redes sociales, que aseguran que desaparecerá, debido a que por donde se encuentra actualmente pasará el trazo de la ampliación de la carretera Valles-Tamazunchale.

Ante estas especulaciones, es el actual propietario de este espacio referente del esparcimiento y la gastronomía en la Huasteca Potosina, Chayo Céspedes, quien concedió una entrevista a emsavalles.com, en la que habla sobre este tema que ha sido de los más comentados en los días recientes.

“Definitivamente no, El Bañito va a seguir por mucho tiempo, ahorita por la ampliación de la carretera muchas personas están con que se va a cerrar, por medio de las redes sociales, pero va a seguir con el servicio tanto del restaurante como de las albercas, es mentira que se va a cerrar”, afirmó.

Refirió que según la historia, este balneario y restaurante fue abierto en el año de 1907, y aunque muchos creen que antes sólo perteneció a integrantes de la familia Gutiérrez, comentó que atrás hubo como cinco propietarios, ellos llegaron aquí en los años 50’s por dos o tres semanas, y se quedaron para toda la vida, aquí murieron.

Incluso mencionó que existe un árbol que tiene cien años, un orejón, y que un señor que ya falleció, Fidencio Martínez, quien trabajó ahí toda su vida, dijo que primero fue El Bañito, después El Covadonga, pues él ahí nació, creció y se enseñó a trabajar, y le platicaba que tendría unos 7 años y ya veía el árbol grandísimo.

Chayo Céspedes dijo estar consciente que El Bañito ha sido una tradición, pues por ahí han pasado abuelos, papás, hijos y nietos, tanto de Ciudad Valles como de los municipios de la Huasteca Potosina; “de repente llega alguien y dice yo aquí vine hace sesenta años, aquí me enseñé a nadar y está igualito, y empiezan a hacer remembranzas de aquellos tiempos, cuando ellos estaban chavos y los llevaban sus papás, esa magia que hay adentro no se va a acabar, va a seguir, pero en otro local, pero por necesidad de la carretera, no por otra cosa”, añadió.

Afirmó que actualmente El Bañito está en condiciones para recibir hasta 30 vehículos grandes, tráileres, autobuses, y pueden contar con todos los servicios, agua, luz, drenaje, “es cuestión nada más de que se estacionen y en cinco minutos ya tienen su casa ahí instalada”.

Y mencionó que aunque todavía se recibe, lo que es el turismo americano ha bajado mucho, pero sí están llegando muchos de Canadá, que están viniendo dos veces por año, y aparte esporádicamente llega gente de Holanda, de Francia, de Alemania, de Europa.

Explicó que antes la carretera México-Laredo era la única ruta de la frontera, pero lo que querían los turistas era conocer Acapulco, y por ésta era la única forma que había para llegar allá, entonces llegaba gente no americana nada más, sino de otros países, que llegaban a Estados Unidos para rentar sus tráileres, y ya se venían y tenían forzosamente que pasar por toda la Huasteca, llegar hasta la Ciudad de México y de ahí ya partían para Acapulco.

De la gente que ha trabajado en El Bañito, recordó a Conrado, Florecita, los chef Charly, Toño, entre otros, que se hicieron ahí con doña Rosita y don Antonio, quienes cuando llegaron cambiaron completamente el giro, porque en aquellos tiempos vendían tamalitos, zacahuil, cosas de la región, pero conforme fue llegando turismo, que exigía y pedía otro tipo de platillos, se empezó a cambiar todo.

“Y pues vaya que doña Rosita era muy buena para la cocina, de hecho ella enseñó a todos los cocineros que estuvieron trabajando en esos tiempos con ellos, y pues don Antonio era el que se encargaba de la barra, de recibir a todas las personas que llegaban, y doña Rosita allá en la cocina con los muchachos que le ayudaban, ya después ella se retiró, nada más estaba checando, viendo cómo hacían su trabajo, y vaya que muy bien los enseñó”, señaló.

Para concluir, dejó en claro que en El Bañito desaparecerá todo lo que era la terraza y toda la alberca, que se van a cambiar, por cuestiones de seguridad, para que no vayan a quedar muy pegadas a la carretera, y el restaurante también se va a recorrer, pero no se va a acabar El Bañito.

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