Semana del 03 de Agosto al 09 de Agosto de 2018

La Leyenda, una historia de éxito en Ciudad Valles

La Leyenda, una historia de éxito en Ciudad Valles

Ha obtenido el Distintivo Nacional de Calidad Turística

El Restaurante La Leyenda tiene 12 años en operación, en una edificación reconstruida en el cruce de las calles Bolívar y Morelos en la zona Centro de Ciudad Valles, y gracias a la excelente dirección de Irma Laura Chávez Aristigui se ha consolidado como una historia de éxito, que se ha esmerado en la calidad de la atención, logrando importantes certificaciones nacionales, además de apoyar a jóvenes que están por concluir su formación profesional.

La empresa funciona con las bases de una construcción que tiene más de 100 años, la cual estaba abandonada y junto a su familia rescató para apostarle a Valles, a hacer algo diferente y ahí está el resultado, en una negociación en los que todos se siguen preparando, capacitando y que van sobre la marcha en la mejora continua, logrando distintivos, certificaciones, normas y ser sociable con el medio ambiente.

“Estaba en ruinas, la historia es muy particular, mi esposo se dedica a la construcción, entonces como que ellos siempre andan viendo, de hecho, el restaurante se definió por mi hija Yadira, que es chef, pero ella por mejores oportunidades, le ofrecieron trabajo de tiempo completo en una secundaria y tuvo que retirarse de ahí con nosotros y fue cuando yo ya tomé el mando al cien”, relata Irma Laura Chávez.

“Entonces antes de adquirir esta construcción mi esposo nos llevaba, nos hacía que nos brincáramos la cerca y era un temor que no saliera un animal, y la verdad era un sueño para él, pero no lo teníamos realmente definido como un restaurante, una vez que adquiere la propiedad, que se empieza a desarrollar todo este tema en base a la carrera de mi hija y lo fue construyendo”, agrega.

Destaca que la construcción duró un año y medio, fue poco a poco, y respetando la edificación original, a la que le fue agregando la terraza, la cascada, el muro llorón, la cocina, lo que quitó fueron todas las paredes que estaban revocadas.

Y recuerda que las vecinas le decían que ellas pasaban corriendo a comprar cuando eran niñas, porque era la casa en la que espantaban, pero realmente era una casa abandonada, era nido de gente de la calle, entonces todos los ruidos que se oían creo que eran de toda esa gente que ahí habitaba, aunque hay leyendas, y por eso en parte optaron por ese nombre, aunque su hija quería otro.

Comenta que precisamente en el 2010 a su esposo le dieron un reconocimiento por reconstrucción y rescate de una privada, por parte de la CMIC y la verdad fue un gusto, porque ellos fueron e hicieron un video, destacando que la construcción no tiene cadenas, como eran las construcciones antes, y así se sigue manteniendo, nada más quitaron el recubrimiento que tenía y se le agregó uno que otro detalle, como los muros que son de piedra de corte de la región.

Como restaurante, dijo que recientemente se hizo acreedor a un reconocimiento de la Secretaría de Turismo Federal, el Distintivo Nacional de Calidad Turística, que se hace el primer lanzamiento este año, con la finalidad de que las empresas que ya cuentan con distintivos o sellos y normas, se les tome en cuenta para este distintivo que tiene cinco categorías: bronce, plata, oro, platino y diamante, y conforme a los distintivos que ya se tengan, se va ascendiendo.

“Nosotros en esta ocasión obtuvimos el plata, por los distintivos que ya tenemos anteriores, moderniza, recertificaciones, punto limpio, y ahorita estamos trabajando en el sustentable para hacer otro escalón más y llegar al oro, pero esto es importante para las empresas porque te ayuda, porque no solamente es lograr un distintivo, es un trabajo atrás de todo esto, porque es en equipo, hay que hacer formatos, aplicarse a todas las reglas que te marca el consultor para lograr generar puntos y de ahí determinar tu nivel, es la primera vez que se lanza en México, estamos muy orgullosos porque en la zona Huasteca somos el único restaurante en alimentos y bebidas que sacó este distintivo”, expresa la empresaria.

Aclara que siempre desde que tomé el mando del restaurante, pensó en que se iba a capacitar, así como al personal, porque sabía que cuando el turismo detonara, deberían estar más o menos preparados y la verdad sí se nota, “porque el turista te lo dice, y parte de lograr estos distintivos es que te ven en una aplicación que hay, en la que el visitante pone su comentario, no lo puedes borrar, a veces es bueno, a veces no es muy bueno, y eso es un arma de dos filos, un riesgo que no todos lo queremos correr, pero dije yo: sí se puede”.

Considera que cuando se involucra al personal y le ponen todo el empeño, esos distintivos ayudan a ser una empresa más fácil de manejar, los procesos, los manuales, los formatos, no hay necesidad de estar todo el día ahí, simplemente hay que enseñarle a trabajar, a manejar, a dirigir, a delegar, y sobre todo a capacitarse, eso es bien importante, además de que todas las capacitaciones que han obtenido hasta ahora, han sido gratis por parte de la Sectur y ahora de la Canirac, de la que es vicepresidenta.

Además, dice que como empresa les llegan alumnos que están estudiando Ingeniería Ambiental, Industrial y de Alimento en el Instituto Tecnológico de Ciudad Valles, así como de Turismo Sustentable y Gastronomía de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí Campus Huasteca, a los cuales se les apoya como becarios, pero además se les paga un sueldo y se les brinda seguridad social.

Destaca por ejemplo que llegaron dos jóvenes de la carrera de Ingeniería Ambiental, Adolfo y Jesús, quienes le platicaron que traían el proyecto de reciclar la grasa del pollo y de res, y los aceites vegetales y de oliva para hacer jabones, y entonces empezaron sus colaboradores a recolectar, enfriar, etiquetar, ponerle fecha y separar, porque no se puede mezclar y es todo esto es un proceso y un trabajo en equipo.

Les entregaron el producto, ellos se lo llevaron y después les presentaron las primeras muestras de jabón líquido, en polvo y en barra, y su idea es que fueran artesanales para vender, pues querían iniciar su propia empresa, entonces les sugirió conseguir moldes, las esencias y hacer un trabajo bien hecho, que eso es lo más importante, “y para llegar ya al jabón de figuritas, hubo atrás varias pruebas, que no pasaban la calidad o la forma que nosotros queríamos, porque esa es la idea, también que vayan, que hagan su trabajo, pero también como empresarios tienes que guiarlos, ayudarlos y enseñarles que tienen que hacer desde un principio las cosas bien hechas”.

Y ahora esos jabones son los que se usan en su empresa y que son reconocidos por los turistas y los clientes locales, de modo que está convencida que, a todos los alumnos egresados de aquí de las universidades, como empresarios tienen la oportunidad de brindarles ese espacio para que ellos se desarrollen y empiecen recién egresados a involucrarse, empaparse de lo que es su carrera.

“De verdad me llegan de turismo sustentable, de gastronomía y les abro las puertas, y son becarios que ganan un sueldo y que se les da seguro, porque son unas manos que están ayudando y para que realicen su trabajo con gusto, y aparte les damos la oportunidad de que recorran todas las áreas para que vuelen, y el día que se vayan si quieren poner su propia empresa o ir a aprender más en otras ciudades, pues ya llevan las bases o algo de dónde empezar, qué es lo que quieren hacer o si se dan cuenta que realmente no era la suyo, eso es lo más importante, asevera.

Finalmente, la empresaria menciona otro de los aspectos interesantes que manejan en el Restaurante La leyenda, y es el relacionado a que tienen cuatro años que implementaron el no al popote “y la verdad te lo puedo decir así comprobado, que ya lo tenemos erradicado casi al 95 por ciento, porque no lo podemos negar a quien lo solicite”.

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