Santiago y Lesley nacieron prematuramente y son ejemplo de amor a la vida

Santiago y Lesley nacieron prematuramente y son ejemplo de amor a la vida

Dos años después, el equipo de médicos del Hospital General de Zona No. 1, convivieron con los niños.

Nacieron de manera prematura y tras diversas complicaciones tenían pocas probabilidades de vida; actualmente crecen y se desenvuelven con excelentes pronósticos de una vida normal

EMSAVALLES Noticias| San Luis Potosí, S.L.P.| Martes, 21 de Noviembre de 2017| 16:40

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Santiago y Lesley nacieron hace dos años de manera prematura en el Hospital General de Zona No. 01, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí; fueron atendidos en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) de este mismo hospital, hoy sus madres se encuentran felices de contar su historia.

Con 28 semanas de gestación, hace dos años, Miriam Ramírez fue ingresada a terapia intensiva. Su estado de salud era delicado y las probabiliades de sobrevivencia para su bebé eran pocas; ante la emergencia, los médicos intervinieron para dar término a su embarazo debido a que presentó preeclampsia.

Santi nació con apenas 850 gramos y con 30 centímetros de estatura; con hidrocefalia y diversos problemas de salud. Los médicos no tenían el mejor pronóstico de vida para él.

"Me dijeron –sea fuerte por el bebé. Cuando lo vi por primera vez fue un shock total, al verlo todo conectado por todos lados. No sabía como tocarlo. Fue algo tan impactante que tuve que salir de ahí. El pronóstico de los médicos para mi bebé era malo, no le daban mucho tiempo."

Pero Santi demostró ser todo un guerrero aferrado a la vida. Los médicos debían operarlo ante la hidrocefalia. Sin embargo, tras un mes en UCIN el pequeño no conseguía llegar al kilogramo de peso para poder realizar dicha operación. "Se decidió tomar el riesgo, Santi debía ser operado para luchar por su vida. Fue operado y gracias a Dios todo salió bien en ese momento", expresó Miriam.

La batalla de Santi no había terminado ahí. Luego de la operación, una infección en la válvula colocada puso en riesgo una vez más su vida. "Que sea lo que Dios quiera, pensaba en momentos, no quería verlo sufrir. Pero me aferré a Dios y no quise rendirme. Nunca perdí la fé y seguía pidiendo por él. Afortunadamente la infección cedió y se recuperó", comentó su madre.

Durante 4 meses el pequeño Santi permaneció en el área de UCIN hasta que por fin fue dado de alta. Con dos años de edad, actualmente Santi sigue recibiendo terapia y atención médica en el IMSS. "Aunque tiene secuelas puedo decir que Santi es un niño sano. Va a la guardería como cualquier otro niño, puede caminar y hace muchas cosas por el mismo como cualquier niño, gracias también a las terapias y atención que ha recibido aquí", agregó.

Milagritos, como le llaman de cariño a Lesley, es un caso más de éxito en bebés prematuros. Ana Lucia Eleuterio Pérez, abuela de la pequeña, narró lo difícil que fue para ella y toda su familia, ver como su hija y su pequeña nieta, que venía en camino, estaban en riesgo de muerte, debido a una preeclampsia.

Con tan solo 5 meses de gestación, y 600 gramos, nació Lesley. Los médicos daban poca esperanza de vida para madre e hija. "Los médicos nos dijeron a mi yerno y a mí, que estuviéramos preparados porque había pocas probabilidades que sobrevivieran. Pero las dos dieron batalla y gracias a Dios aquí están, vivas, con bien", mencionó

Por su delicado estado de salud, Lesley permaneció en UCIN durante 3 meses. A pesar de los pronósticos la pequeña demostró su aferración a la vida y con 1 kilo y 750 gramos fue dada de alta. "La gente se asombraba de lo pequeñita que estaba. Era complicado sujetarla sin miedo a lastimarla, pero nos armamos de valor y aquí está, desde ahí somos compañeras inseparables", agregó contenta su abuela.

Actualmente, la pequeña Milagritos, es una guerrera, se desenvuelve como una niña normal, aunque presenta algunas secuelas como el desprendimiento de su retina derecha, comentó su abuela que éste problema será corregido al cumplir tres años.

"Es toda una guerrera, se alimenta bien, es bailadora. Es un ángel. A sus dos añitos se desenvuelve como cualquier otra niña, ya quiere hablar, corre, le encata bailar", expresó su abuela.

Por su parte, la jefa de Neonatología de dicho hospital, Cristina Rangel mencionó que el cuidado de los bebés prematuros es un trabajo multidisciplinario, en el que participan enfermeras, médicos, trabajo social, asistentes médicas, "lo más importante es la participación de la familia, lo que depende que un bebé prematuro pueda salir adelante para su edad gestacional" comentó.

Mencionó que ambos pequeños tuvieron muchos problemas para sacarlos adelante los dos con un retraso en su desarrollo psicomotriz; sin embargo es el diagnóstico que se puede esperar al nacer tan prematuramente. "Con el trabajo en conjunto, padres y médicos, han salido adelante y van muy bien, son unos guerreros", concluyó.