El corrido revolucionario como lo conocemos tiene su origen en los famosos cantares de los juglares, eran sus relatos los que contaban de manera musical y poética las hazañas, los valerosos momentos épicos de los caballeros medievales, que se transmitían de pueblo en pueblo, esta era la función del juglar. Llegan a nuestro imperio azteca a traves de la conquista en el siglo 16 los españoles traen esas tradiciones, a través de La Conquista y se continúa a lo largo del virreinato, de la independencia, se contaban las hazañas, se escribían poemas a sus hitos heroicos.

En el siglo 19 en nuestro país sigue habiendo los cantares populares de los héroes populares Ignacio Zaragoza, Benito Juárez, Porfirio Diaz, de Los Chinacos, los acontecimientos de nuestro país, pero el corrido revolucionario alcanzó su máximo esplendor en esa epoca, en la Revolución Mexicana.

En el corrido revolucionario se trató de consagrar a los nombres como Francisco I. Madero, de satanizar y hablar mal de Victoriano Huerta, hablar de Venustiano Carranza, de los hermanos Flores Magón, de Porfirio Díaz en su exilio, de "Pancho" Villa, de Los Dorados, del caballo de Emiliano Zapata; el corrido revolucionario le dio vida a La Bola, al movimiento revolucionario de 1910 a 1920.

El ritmo del corrido revolucionario es muy sencillo, se puede tocar con sólo una guitarra, algunos usan además armónica o acordeón, pero lo principal es ese ritmo denominado "chun ta ta", y la letra, es donde viene lo bonito, el hecho escrito "Fue llegando Félix Díaz, con orden militar: - Aquí renuncia usted o lo mando a fusilar. Respondió el señor Madero, en su silla presidencial;- primero me asesinan que hacerme renunciar." en esa frase le dan su lugar heroico a Madero, el respeto como presidente de la República y el corrido continúa contando la hazaña.

Muchos podemos tener antecedentes familiares que hayan andado en La Bola revolucionaria, en la cristiada, ese capítulo en la historia de las familias nos trae sentimientos, porque nos imaginamos las aventuras que vivieron y como con el corrido queda reflejado ese evento.

Entre los corridos, el clásico, insuperable, el único que es internacional, hasta lo podriamos denominar el "tercer himno de México"; el primero obviamente nuestro Himno Nacional, en segundo lugar el Huapango de Moncayo, y en tercero La Adelita, un corrido que habla de la importancia de la mujer en la Revolución Mexicana, una historia tan romántica, que no solo habla de cómo en una tropa era popular una mujer, sino también el lugar y el respeto de que era "la mujer que el sargento idolatraba, además de valiente era bonita, que hasta el mismo Coronel la respetaba" . La letra es una cosa hermosa porque aparte los historiadores han determinado que La Adelita es la representación de aquellas mujeres soldaderas que esperaban a su "Juan", especialmente en el corrido que dice "Yo soy rielera tengo mi Juan, el es mi vida y yo soy su querer, Cuando le dicen que ya se va el tren, Adiós mi rielera ya se va tu Juan."

El corrido revolucionario es un reflejo vivo de esa grandeza y riqueza poética que los mexicanos tenemos ya los cronistas dieron precisamente con la famosa Adelita, Adela Velarde Pérez, nacida en Ciudad Juárez Chihuahua en el año de 1900 en una familia acomodada y rebelde dentro de su infantil pensamiento ya que la Revolución Mexicana comenzó en 1910 ella agarró sus cosas y en el año de 1914 se integró a las fuerzas villistas que se encontraban en Chihuahua, se enroló para ayudar al pelotón que se encontraba cerca de donde ella estaba, dice el cronista de Zaragoza Coahuila Alberto Galindo que es uno de los historiadores que han encontrado La Adelita verdadera que conoció en efecto al Sargento Antonio Gil del Río Armenta, se enamoraron pero nunca se casaron, le deja un hijo y ya en su adultez Adela Velarde fue homenajeada por el ejército mexicano le entregaron una pensión militar por haber prestado sus servicios a la Revolución y muere a finales de 1971, y en el 2014 todavía le rindieron homenaje la Secretaría de Relaciones Exteriores, esta sepultada en el estado de Texas en Estados Unidos La Adelita no es solamente una leyenda sino que es una realidad.

El escuchar los corridos revolucionarios es escuchar la historia reciente de nuestro país, la última gran revuelta civil, la última lucha entre mexicanos pero por un ideal valedero que en ese momento era lograr concretar las instituciones democráticas de de nuestro país no los perdemos y tampoco perdamos la Revolución Mexicana.