La cara del doctor Jorge Herrera, director del Hospital del IMSS en Ciudad Valles, estaba desencajada. Ante cañeros, organizaciones afiliadas al Instituto, autoridades de protección civil del municipio, tenía que admitir que el Hospital 6 estaba al punto de una crisis de alerta sanitaria: el sistema de aire acondicionado tronó, y a pesar que desde 2015 existían oficios y testimonios de parte de su personal de conservación que le decía no daba para más, sus ruegos ante José Sigona -de sombría memoria- entonces delegado del IMSS, Alberto Castro entonces Jefe de Administrativos, Francisco Ortiz Nesme, entonces y actualmente Jefe de Prestaciones Médicas, y Rodolfo García, también entonces coordinación delegacional de Conservación, fueron nulas. No habría dinero para un nuevo sistema de aire acondicionado, era más importante remodelar consultorios, para que se viera el gran legado.

Para quienes conocen el tema de medicina, un Hospital sin aire acondicionado es como un vehículo sin motor, o en este caso, un vehículo desbielado. De los 9 motores que opera el Childers para producir una capacidad de 1500 toneladas de aire acondicionado, solo funciona uno. Está, para decirlo en términos médicos, en choque séptico. El problema es que el paliativo que valientemente Ortiz Nesme y el inútil actual Jefe de Administrativos Erasmo González vinieron a hacer en días pasados, es de risa. Algunos medios lo titularon mejoralito, ni a paracetamol llega.

Causa sorpresa que la responsable de Derechos Humanos en Valles de apellido italiano Viggiano, diga que tendrían que esperar a que venga a quejarse los derechohabientes "porque es un asunto federal", que no mame. Como si el derecho humano a la salud tuviera regiones o zonas, que nos explique la lógica del por qué no apersonarse en calidad de representante defensora por oficio y decir que lo que está pasando es un atentado directo a la integridad física y el derecho universal a la salud, plasmado en la Constitución, de cerca de 200 mil huastecos.

Qué buena bomba le dejaron a la actual delegada del IMSS María Soto.

Por eso la cara del doctor Herrera, él sabe que se le pueden venir en cascada infecciones nosocomiales, mortalidad por falta de quirófano y hacinamiento. Puras características de una clásica negligencia médica. Lo acaba de decir la Coesamed: el IMSS abandera las quejas ante esa instancia. Por eso, Herrera sigue pensando y no sé si ya lo esté haciendo, enviar pacientes al ISSSTE y al General de la SS, pero ah pero eso si, les va a dar chance de que metan sus abanicos portátiles. Ojo que después tronará el sistema eléctrico del Hospital por la saturación.

Nos cuentan que el sistema de aire acondicionado presentó fallas desde 2015 e hicieron caso omiso. Nos cuentan que la partida de conservación del hospital que sería de unos 600 mil pesos anuales, y dentro de las rubros estaba la del mantenimiento al sistema de enfriamiento fue vaciada cada año; es decir, la pasaban a otras partidas donde entonces Sigona y su grupo podrían hacer las remodelaciones pertinentes que hicieran ver su gran legado como el delegado constructor, como si fuera Bob, aunque después se le cayerán las obras nuevas.

También nos cuentan que no es cierto que se haya licitado un nuevo sistema de aire acondicionado y se quedase desierta la licitación. Que eso fue en 2018 y que por cambio de gobierno entrante se declaró desierta. No mamen. Más responsabilidad y ovarios, nunca hubo licitación para un nuevo sistema de aire acondicionado del Hospital, es muy fácil, hay que entrar a Compranet y verificarlo. No lo hay.

Es una bomba de más de 20 MDP para la delegada del IMSS, ¿de dónde los van sacar si todo están cerrando Urzúa y los suyos?; yo en su lugar, aprovechando que AMLO viene el viernes a SLP iría con mi cara desencajada -como la del director del Hospital- y le diría: "esto es urgente como una vida misma, y yo, yo no quiero cargar en la conciencia de varias muertes". El presidente no tendrá otra que decirle a Urzúa que libere recursos para realizar una licitación en forma urgente.