Casi, casi nos engaña AMLO con su nueva faceta, pero las mañas no se quitan tan fácil, hay que tener fuerza de voluntad, esa que definitivamente ya no ha demostrado no tener.

Todo iba viento en popa, nuestro gran y buen amigo AMLO, sentado frente a la virgencita de Guadalupe, había jurado cambiar, ya no envilecer y no ser más visceral, continuar con su lucha para que todos se sumaran a su pejemundo lleno de amor y paz. Pero algo salió mal, una vez más el hombre puritano, el buen mesías, aquel que perdona a todo pecador, con la única penitencia de que voten por él, ese mismo que ha perdonado ya a delincuentes, secuestradores, narcotraficantes, no cumplió su promesa de cambio y ya mostró el lado oscuro de su ser, ya advirtió que va haber fraude electoral, ya vio el futuro y vio el fraude. ¿Cómo? Ya está viendo el día de la elección y sabe que está perdido, el pejemundo lleno de amor, esa república amorosa, (que por cierto Chávez hablo de la misma república y Fidel Castro aseguró que irían a ella ) esa tierra perdida, porque nadie la encuentra, ya no podremos ir a ella, por que López Obrador, el mesías, ya observó el futuro y no llegaremos a ella. Que lastima oír decir a un actor político de talla de este individuo, creo sin temor a equivocarme el más importante que ha habido en las dos últimas décadas, que él no detendrá más al tigre, pero qué tamaño de irresponsabilidad está cometiendo este señor.

No podemos, nadie en este país, desacreditar de esa manera las instituciones que tanto nos costaron construir, esas que muchos dieron la vida para que funcionarán, pero más aún, lo dijo frente a los hombres que invierten sus capitales en este país, en la convención bancaria López Obrador se le ocurrió decir semejante tontería y como decía el abuelo, solo los tontos dicen tonterías. Que lástima señores que nos muestren otra vez al Andrés Manuel de las luchas sin voluntad, de los homicidios sin resolver, de los Abarca, de los ahumada, de los Bejarano, este Andrés Manuel imprudente como en el 2006, 2012, mismo Andrés Manuel que creó a su alrededor una cortina de imprudencia, es el que perdió las elecciones, es el mismo que se puso su propia banda presidencial y se proclamó presidente legítimo, es el mismo que atropelló en reforma la libertad y quebró muchos negocios causando daño a la economía el de la república amorosa, este Andrés Manuel, triste porque sabemos que no iremos a la república amorosa, pero sabemos que no existe, así como nunca ha existido un hambre propio en los zapatos de este actor político.